Vencido el plazo dado por los yihadistas, persiste la incertidumbre sobre el destino del piloto jordano y el rehén japón
Amán. El ejército de Jordania indicó este viernes que aún esperaba pruebas de que uno de sus pilotos, capturado por el grupo yihadista Estado Islámico (EI), sigue vivo, un día después de que expirara el ultimátum puesto por la organización yihadista.
La noche del jueves terminó el plazo fijado por el Estado Islámico para que Jordania liberara a una mujer condenada por terrorismo a cambio del piloto jordano Muaz al Kasasbeh y el rehén japonés Kenji Goto, a los que la organización yihadista tiene en su poder y amenaza con matar.
Los extremistas capturaron a Goto, un periodista independiente, probablemente a finales de octubre, y al piloto Muaz al Kassasbeh, el 24 de diciembre, después de que su F-16 se estrellara en una zona de Siria donde llevaba a cabo un ataque contra el Estado Islámico.
Amán exige una prueba de vida y la puesta en libertad del piloto antes de liberar a la prisionera Sajida al Rishawi.
Según los expertos, la combatiente iraquí es importante para el Estado Islámico por sus vínculos con Al Qaeda en Iraq, pero también porque el grupo yihadista pretende que los demás actores lo vean como a un Estado.
INCERTIDUMBRELas familias del periodista japonés y el piloto militar jordano continúan en la incertidumbre el viernes, un día después de que se cumpliera la supuesta fecha límite para un posible intercambio de prisioneros sin noticias del Estado Islámico, que los tiene cautivos.
Las autoridades japonesas no tenían noticias de las que informar, tras una larga noche que terminó con el gobierno jordano diciendo que sólo liberaría a una prisionera de Al Qaeda en el corredor de la muerte si recibía una prueba de que el piloto estaba con vida.
"No hay nada que pueda decirles", indicó a la prensa el portavoz del gobierno nipón, Yoshihide Suga. El portavoz reiteró la "sólida confianza" en la ayuda de Jordania para ayudar a salvar al rehén japonés, el periodista independiente Kenji Goto.
Suga señaló que el gobierno mantenía un estrecho contacto con la esposa de Goto, Rinko Jogo, que difundió un comunicado por la noche pidiendo por la vida de su marido.
"Temo que ésta sea la última oportunidad para mi marido y ahora sólo nos quedan unas pocas horas", dijo Jogo en un comunicado difundido a través del Rory Peck Trust, una organización con sede en Londres para periodistas independientes.
Un mensaje de sonido supuestamente subido por yihadíes a internet indicó que el piloto, el teniente Muaz al Kaseasbeh, sería ejecutado a menos que prisionera Sajida al Rishawi fuera entregada en la frontera turca para el anochecer del jueves, hora de Iraq. La grabación no dejó claro qué le ocurriría a Goto si la mujer iraquí no estaba en libertad cuando se cumpliera el plazo.
The Associated Press no pudo verificar de forma independiente la autenticidad de la grabación. Pero la posibilidad de un intercambio se planteó el miércoles, cuando Jordania dijo estar dispuesta a intercambiar a la mujer por el piloto.
Tras el anochecer en Oriente Medio, no había noticias sobre el destino de los dos prisioneros, y la agónica espera de las familias siguió alargándose.
La esposa de Goto dijo haber evitado las declaraciones públicas hasta el último momento para intentar proteger a sus hijas, una bebé y una niña de 2 años, de la atención de los medios.
El jueves pasado, la esposa del periodista reveló haber intercambiado varios correos electrónicos con los captores de su marido, y dijo que en las 20 horas anteriores había recibido uno que parecía ser su última exigencia.
Jogo instó a los gobiernos japonés y jordano a completar el intercambio que liberaría a los dos hombres. "Imploro a los gobiernos jordano y japonés que comprendan que los destinos de los dos hombres están en sus manos", dijo.
En la capital jordana, Amán, el hermano del piloto, Jawdat al Kaseasbeh, dijo que su familia no tenía "ninguna pista" sobre en qué punto estaban las negociaciones.
"No recibimos ninguna garantía de nadie de que esté con vida", dijo a The Associated Press. "Esperamos, sólo esperamos".
El jueves por la tarde, el portavoz del gobierno jordano, Mohammed al-Momani, indicó que los captores no habían proporcionado ninguna prueba de vida.
Al Rishawi, de 44 años, está condenada a muerte por horca por participar en un atentado suicida, uno de los tres atentados simultáneos contra hoteles de Amán en noviembre del 2005 que mataron a 60 personas.
Ella sobrevivió porque su cinturón de explosivos no estalló. En un principio confesó su participación, pero después se retractó y dijo que había participado contra su voluntad.
La detenida procede de la ciudad iraquí de Ramadi y tiene estrechos lazos familiares con la rama iraquí de Al Qaeda, precursora del Estado Islámico. Tres de sus hermanos eran operativos de Al Qaeda caídos en combate en Iraq. Video Relacionado de Youtube